ME DIRIJO A VOSOTROS
Nunca podréis separaros de Mí, aunque no queráis reconocerme. Y vuestra propia existencia prueba el vínculo entre vosotros y Yo; de lo contrario, ya no podríais existir. Por lo tanto, separarse de Mí equivale a desaparecer por completo, y como todo lo que ha emanado de Mí permanecerá hasta toda la eternidad, separarse de Mí también es imposible … Si ahora Me reconozcáis o no, sólo determina la naturaleza de vuestro ser; sólo determina el grado de luz y fuerza en el que os encontráis, y además determina el grado de dicha, vuestro estado, que puede ser agonizante si carecéis de luz y fuerza.
Durante vuestra vida terrenal como ser humano, vosotros que Me rechazáis, no sois consciente de vuestra carencia de luz y fuerza, y por eso también os mantenéis en vuestro rígido rechazo de Mí Mismo … el Ser que se yergue en la más suprema perfección y de Cuyo poder emergisteis una vez. Pero después de vuestra muerte corporal, experimentaréis esta carencia como un tormento y, aun así, persistiréis en vuestro rechazo, porque no hay una luz que os brilla, en cuyo resplandor vuestro pensamiento podría aclararse.
Sin embargo, como Yo os creé como seres libres y, por lo tanto, os saque afuera, para que, aislados de Mí, os convirtierais en seres independientes que, incluso por voluntad propia, permanecierais en la perfección donada por Mí, también tuve que respetar este libre albedrío y dejaros seguir vuestro camino según vuestra voluntad. Y elegisteis las tinieblas por vuestra propia voluntad, pero Mi voluntad no os detuvo. Sin embargo, también podéis regresar voluntariamente a la luz en cualquier momento …
Y porque es y seguirá siendo Mi voluntad arrancaros de las tinieblas y guiaros de vuelta a la luz, no dejaré de encenderos una luz continuamente, invitándoos a entrar en su resplandor. Esto sucede en la Tierra, y también continuaré Mis esfuerzos en el reino del más allá … pero siempre sin coacción … y, por lo tanto, a menudo sin éxito …
No reconocerme, creer ser completamente independiente de un Ser superior, negándome así abiertamente, es una evidencia de las más profundas tinieblas, porque el pensamiento de tal ser humano carece de toda luz de cognición, porque su estructura de pensamiento es completamente infundada y se derrumbaría si el ser humano tuviera la voluntad seria de recibir aclaración acerca de la razón y el propósito de la existencia … si pensaría al respecto con “buena voluntad”.
Pero donde falta esta voluntad, tampoco se presta atención a la luz que a menudo destella ante él … Y así también se evitará la luz en el reino del otro mundo y las tinieblas permanecerán impenetrables, pero el estado de tormento también será cada vez peor porque se buscará un cambio … ya sea en un sentido favorable o en uno desfavorable en el que las tinieblas cada vez mayor tiene como consecuencia un endurecimiento, que nuevo significa el destierro en la materia.
El ser tiene que llegar una vez a la luz de la cognición y una vez tiene que entregarse a Mí, tiene que reconocerme en el libre albedrío y esforzarse hacia Mí … Pero el ser humano que niega a un Dios tiene pocas posibilidades de lograr la luz del conocimiento rápidamente, pues se ha separado voluntariamente de Mí. Sigue estando completamente bajo el poder de Mí adversario, a quien igualmente reconoce poco, pero quien ha transferido su actitud al ser humano, de modo que este mantiene firmemente su punto de vista y sólo rara vez se le puede enseñar lo contrario.
Y, sin embargo, también podría llegar a la luz en la Tierra si tan sólo preguntaría una vez, y no siempre se consideraría conocedor … Entonces también seguiría la luz que Yo también enciendo para él para ayudarlo en el camino de regreso hacia Mí. Sin embargo, el libre albedrío permanece con él, por muy mal que lo dirija … Porque una vez surgió de Mí en completa libertad, y se apartó de Mí por su propia voluntad, y ahora también tiene que emprender el camino de regreso a Mí por su propia voluntad, lo cual puede tardar infinitamente, pero sin duda sucederá algún día …
Amén